
Hacia el Perdiguero, ligero.
Hace un par de fines de semanas salimos en busca de la cumbre del Perdiguero. La predicción meteorológica no era del todo buena pero, en cualquier caso, valientes nosotros, decidimos poner rumbo a las tierras del Norte a pesar de los pesares. En gran parte por ese motivo, decidí no llevar la reflex y sus inseparables amigos los objetivos, y opté por la Fujifilm X-10. Tengo que decir que aún no me acostumbro a este tipo de cámaras, especialmente por lo fácil que resulta apretar sin querer botoncillos que uno no debería apretar, porue luego resulta complicado volver a la configuración anterior.
Tampoco acabo de acostumbrarme a la medición de la luz. En teoría todos los disparos eran con medición matricial, y ligeramente subexpuestos (en vista de experiencias previas en las que la fotografía quedaba exageradamente quemada). Pero aún así, en diversas ocasiones la nieve quedaba excesivamente sobrexpuesta. Otro inconveniente son las distancias focales. Los 118mm son demasiado justos en caso que algún animalillo salga al paso, como las casi infintas marmotas que nos acompañaron, los ágiles sarrios, y un par de quebrantahuesos adultos ( de unos 7-8 años) que se posaron en unas peñas no demasiado lejanas.
En cualquier caso, una cámara así resulta muy práctica para salidas montañeras. Y a pesar del tiempo que no fue nada bueno, no tuve ningún problema de malfuncionamiento Así que para próximas salidas por las alturas, me plantearé nuevamente dejar de lado la reflex.
Este es un pequeño resumen de lo que captó la pequeña cámara….
Descendiendo del Pico d’Estós
Grupo de sarrios
La niebla aparece subiendo al Perdiguero
Llegando a la Collada l’Ubago
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